La Prevención de Incendios en Instalaciones Fotovoltaicas: Un Llamado a las Buenas Prácticas
A medida que la energía solar se consolida como pilar fundamental de la sostenibilidad, más empresas y hogares adoptan instalaciones fotovoltaicas en sus tejados para reducir costes y su huella de carbono. Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de un aumento en los riesgos asociados a incendios, muchos de los cuales son «invisibles».
Clean Energy Associates (CEA), tras inspeccionar más de 600 sistemas fotovoltaicos en el sector industrial, ha llegado a una conclusión contundente: «existe un elevado número de riesgos significativos para la seguridad de la planta». La mayoría de estos riesgos provienen de malas prácticas de instalación. La buena noticia es que muchos de ellos pueden identificarse y corregirse con facilidad. No abordarlos a tiempo, sin embargo, puede tener consecuencias graves.
¿Qué componentes suelen iniciar los incendios?
El componente que suele iniciar los incendios en las instalaciones fotovoltaicas es generalmente el cableado o las conexiones eléctricas, a menudo debido a conectores mal montados o terminales mal apretados. Pero hay más factores de riesgo:
Riesgos eléctricos: Cortocircuitos, conexiones defectuosas o conectores mal montados, inversores defectuosos, celdas fotovoltaicas defectuosas que pueden ser puntos de fallo, acumulación de suciedad y sobrecargas o cortocircuitos en el sistema.
Riesgos térmicos: Exceso de temperatura en módulos, cables o inversores debido a un mal diseño, instalación o ventilación.
Riesgos mecánicos: Daños físicos en módulos debido a impactos, como granizo o caídas de objetos.
Riesgos de baterías: Incendios o explosiones debido a sobrecarga, cortocircuitos o fallas internas en las baterías de litio.
¿Cómo podemos prevenir estos incendios?
La prevención es fundamental y se basa en una instalación y mantenimiento adecuados:
1. Instalación profesional: Es crucial asegurar una instalación profesional realizada por técnicos certificados, que garantice que el sistema cumpla con los estándares de seguridad.
2. Componentes de calidad: Se deben utilizar componentes de alta calidad, como cables, conectores e inversores, adaptados a las condiciones específicas del lugar.
3. Mantenimiento regular: Un mantenimiento periódico es importante, inspeccionando regularmente las conexiones y el cableado para detectar posibles fallos a tiempo.
Para instalar un sistema fotovoltaico de la forma más segura en un tejado comercial o industrial, es fundamental contar con profesionales certificados, implementar sistemas de protección contra sobrecargas y fallos térmicos, y establecer un plan de mantenimiento regular.
¿Qué hacer en caso de incendio?
Si se produce un incendio en una instalación fotovoltaica, el primer paso es desconectar la alimentación del sistema y cualquier fuente de energía relacionada, como las baterías. A continuación, se debe llamar a los servicios de emergencia y proporcionarles detalles sobre el tipo de sistema fotovoltaico y la ubicación de los componentes críticos. Es crucial evitar el contacto con el sistema ya que los componentes eléctricos pueden seguir energizados incluso después de la desconexión, por lo que no se debe intentar apagar el incendio sin la capacitación adecuada.
¿Y después del incendio?
Si un incendio se detecta y se logra extinguir rápidamente, es posible que algunos componentes de la instalación fotovoltaica puedan ser recuperados. Sin embargo, es esencial realizar una inspección exhaustiva para evaluar los daños. En muchos casos, especialmente si hay daños en los cables, conectores o inversores, debería ser recomendable reemplazar los componentes afectados para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema.
En resumen, la seguridad en las instalaciones fotovoltaicas depende en gran medida de buenas prácticas de instalación, el uso de componentes de calidad y un mantenimiento preventivo adecuado. Ignorar estos aspectos no solo pone en riesgo la inversión, sino también la seguridad de las personas y las propiedades.